- El sistema canovista. La Constitución de 1876 y el turno de partidos
- La oposición al sistema:
- Carlistas
- Partidos Republicano
Movimiento obrero: Anarquistas y Socialistas
- La oposición intelectual
Regionalismo y Nacionalismo
- Amplia libertad creadora.
- Sentido aristocrático del arte. Rechazo de la vulgaridad.
- Perfección formal.
- Cosmopolitismo: el poeta es ciudadano del mundo, está por encima de la realidad cotidiana ¨ Actitud abierta hacia todo lo nuevo.
- Correspondencia de las artes (aproximación de la literatura hacia la pintura, la música, la escultura).
- Gusto por los temas exquisitos, pintorescos, decorativos y exóticos. Se constituyen como temas la mitología, la Grecia antigua, el Oriente, la Edad Media, etc.
- Práctica del impresionismo descriptivo (descripción de las impresiones que causan las cosas y no las cosas mismas).
- Renovación de los recursos expresivos: supresión de vocablos gastados por el uso; inclusión de vocablos musicales y de uso poco frecuente; simplificación de la sintaxis; aprovechamiento de las imágenes visuales; etc.
- Renovación de la versificación: se le dio flexibilidad al soneto. Se prefirieron la versificación irregular, el verso libre y la libertad estrófica, que dio a la silva variedades desconocidas.
Antonio Machado "Campos de Castilla"
Salvador Rueda “Aires españoles” , “Piedras Preciosas”
Manuel Reina Montilla “Andantes y allegros”
Juan Ramón Jiménez “Platero y Yo”
LAS CANÉFORAS (Salvador Rueda 1857- 1933)
Deteniendo severo magistrado
su pie ante las canéforas preciosas,
mira en sus caras de purpúreas rosas
el pudor por carmines dibujado.
El temblador ropaje replegado
les da esbeltez de vírgenes graciosas
y llevan en las manos primorosas
ricas bandejas de oro cincelado.
Sobre el metal que espejeando brilla,
del sacrificio llevan la cuchilla
que al magistrado, cándidas, ofrecen.
Y le bridan también trigo flamante,
que en las caneas de oro rutilante
rubios granizos con el Sol parecen.
LAS BODAS DEL MAR (Salvador Rueda 1857- 1933)
Ya acudes a tu cita misteriosa
con el inquieto mar, luna constante,
y se asoma a las playas de Levante,
hostia de luz, tu cara milagrosa.
En la onda azul, cual nacarada rosa,
se abre tu seno con pasión de amante,
y dibuja un reguero rutilante
tu pie sobre la espuma en que se posa.
El agua, como un tálamo amoroso,
te ofrece sus cristales movedizos
donde tiendes tu cuerpo luminoso.
Y al ostentar desnuda tus hechizos,
el mar, con un abrazo tembloroso,
te envuelve en haz de onduladores rizos...